lunes, 21 de septiembre de 2009

Brazatortas

El sábado 19 de septiembre, don Juan me preguntó de sopetón sobre la toponimia de Brazatortas, así, como quien no quiere la cosa; es verdad que el sábado anterior ya me avisó en antena que me preguntaría sobre el origen del nombre de este pueblo, pero quién se iba a imaginar que sólo me dejaría una semana para pensar en ello.
A pesar de la premura anduve rápido y pude contestarle a vuelapluma.
El origen del nombre de este pueblo hay que buscarlo en las fiestas del lugar, en las fiestas de antes, en las antiguas, las de mi época, esas fiestas de tamboril y ronda, o de acordeón los días grandes, en las que los mozos y mozas se reunían para cantar y bailar hasta que el cuerpo aguantara.
Sucedía que el lugar era famoso por la belleza de sus mozas, así que a las fiestas acudían mozos de todos los pueblos de los alrededores, y según iba transcurriendo el baile algunos mozos pensaban que podían pasar a mayores en asuntos de arrime y proximidad, es más, siempre había alguno que envalentonado por el vino o los calores tardíos de agosto (uno no sabe qué es peor) se atrevía a abrazar a alguna moza del lugar. Entonces, sin apenas transición, la moza le arreaba una torta que lo dejaba en el sitio. Y era norma común: un abrazo, una torta.
La inquina de los mozos de los otros pueblos, todos despechados, amasó el dicho: ¿ese lugar? si abrazas, tortas. Si abrazas tortas, si abrazas tortas... con el paso del tiempo acabó por ser conocida la villa por Abrazastortas, y el tiempo limó la palabra hasta dar con el nombre que hoy conocemos: Brazatortas.
Por hoy vale.

No hay comentarios:

Publicar un comentario