domingo, 1 de noviembre de 2009

Almadén

Esta hermosa ciudad del sur de Ciudad Real es famosa por sus minas de mercurio ya explotadas por los romanos.
Sin embargo, esto no parece significar nada para Sandro Weltz, quien afirma que el nombre de este pueblo proviene de Almohadón, porque es un lugar confortable y mullido. Se nota que don Sandro escribe de oídas.
Sin embargo yo, que me tomo estos asuntos muy en serio, he ido a Almadén y puedo afirmar que su suelo es duro y drástico como el que más. De hecho, para no equivocarme me tiré de cabeza en medio de la calle y tengo, como prueba irrefutable de mis estudios, un notorio chichón en medio de la frente. No puede ser que Almadén provenga de Almohadón, ni siquiera hay una fábrica de cojines, nada, ni de colchones de lana, nada, ni de almohadas de cama.
Señor Sandro, hay que ser un poco más serio.
Después de mucho indagar he llegado a la conclusión de que el origen del nombre se debe a su esencia secreta. Porque el origen de Almadén es uno de los secretos mejor guardados de la historia. Afortunadamente aquí estoy yo para desvelarlo y darlo al común de los mortales.
Si uno ahonda y profundiza en estudios religiosos, esotéricos, filosóficos y trascendentes, puede ubicar las coordenadas del Paraíso Perdido, no se trata de hacer cábalas y místicas, se trata de ordenar los datos que aparecen en todos los libros sagrados de todas las religiones y salpimentar la información con pensamientos y filosofías de personajes eruditos de los últimos cinco mil años. Tras hacer este compendio salen unas sencillas coordenadas y el Paraíso del que fueron desterrados los primeros pobladores queda, más o menos, cerca del lugar de Almadén, pero por debajo. Así, desde tiempos inmemoriales se excava en la tierra buscando el Alma de Edén, el núcleo del Paraíso. Y por eso el nombre que tomó la villa: Alma de Edén, que devino en Almadén y que quedó amalgamado y con un origen casi secreto, hasta hoy.
Vale.

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