domingo, 18 de octubre de 2009

Cebolla

A raíz de la inclusión de Cebolla, pueblo de la provincia de Toledo, en la nueva edición del Monopoly, Juan Solo me pidió que investigara sobre su toponimia. Sus deseos son órdenes, y en este caso, además, un placer.
Me parece maravilloso que el nombre de un pueblo homenajee a esta planta imprescindible en nuestra dieta, suma de bondades, y pienso que es un ejemplo a seguir (a ver cuándo se animan los habitantes de villas, ciudades y pueblos a cambiar los nombres de sus lugares por nombres como: ajo, brócoli, rábano, soja, patata, etc.).
La cebolla, Allium Cepa, es una planta herbácea bienal de la familia de las aliáceas, entre sus beneficios se encuentra ser un importante antibiótico natural que previene contra la próstata, el reumatismo, la osteoporosis, los achaces del corazón, etc. Esta planta, además, es tan nutritiva que sabemos hace tiempo que con pan y cebolla se puede vivir y sobrevivir una larga temporada.
Además la cebolla está pegada a nuestra historia, como lo demuestra la cantidad de refranes que la tienen presente: "contigo pan y cebolla" (una declaración de amor como otra cualquiera), "quien parte cebolla, sin pena llora", "viudas, cebollas y morcillas, milagro es que no repitan", "al almorzar pan y cebolla, al comer cebolla y pan, y a la noche si no hay olla, más vale pan y cebolla".
Por eso reitero: no me extraña que haya un pueblo glorioso que haya querido homenajear a tan hermoso regalo de la tierra. Pero vayamos con la toponimia.
Dice mi enconado enemigo, Sandro Weltz, que el origen del nombre está en la palabra árabe "yebayla", que viene a significar montecillo. Bien es verdad que el pueblo de Cebolla se encarama en un pequeño monte, pero no parece ser razón bastante para que eso dé nombre al pueblo: ¡pues no hay pueblos en montes por toda la geografía y se llaman de las formas más dispares!
Hombre, si el montecillo estuviera plantadillo de cebollillas, pues aún tendría sentido, y que luego esas cebollas hubiera que llevarlas al mercado, aún podría anudarse esta opción: llevar las cebollas -- llevaylas cebollas -- yebayla / cebolla. Quizás adquiriera un sentido lógico, pero es extravagante y nada científico.
Yo estuve en el lugar y pregunté sobre este respecto, y la gente dice que el nombre del pueblo se debe a que en casa de Manolo "el zapatero", que está entre C/Toledo y C/Real había una venta en cuya fachada colgaba una cebolla enorme, pero tan enorme que se apropió del lugar y acabó por bautizarlo. Extraña opción es esta.
He desechado todas estas propuestas y he analizado a fondo la cuestión. Y he hallado respuestas.
El nombre de este pueblo se debe a que en el lugar había un hortelano que un día, cavando en un surco de cebollas, pica que pica, se encontró algo distinto a lo esperado: ¡coño!, dijo, si esto parece un campanario. Y cava que cava del surco de cebollas sacó un campanario, con su iglesia, con sus calles, sus plazas, sus casas, sus habitantes... cogió todo y lo llevó a su casa, cuando la mujer vio lo que traía le dijo: ¡pero hombre de dios! ¿qué traes?, y a él no se le ocurrió contestar más que traía una cebolla, que lo había sacado del surco de las cebollas y que era una cebolla. Ella le contestó que para ser una cebolla parecía más bien un pueblo, que lo dejara por ahí que eso no se podía comer. Y el hombre dejó el pueblo en el lugar donde ahora se encuentra, con el empeño que aquello no era pueblo que era cebolla. Y en cebolla se quedó.

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