martes, 21 de diciembre de 2010

Pantoja (Toledo)

El nombre del pueblo es muy antiguo, más antiguo que el mismo pueblo.
Sucedió que en tiempo de griegos había un muchacho de familia pudiente al que todo se le encaprichaba y todo le apetecía, uno de esos de culo veo culo quiero. La vida al lado del mozo era un suplicio: quiero esto, quiero lo otro, quiero lo de más allá... y si no lo conseguía, berrinche que te crió a pesar de los treintaymuchos que ya calzaba.
Por eso un día sus padres decidieron fundar una villa en la que hubiera todo lo que este muchacho pudiera desear, cualquier cosa que se le pudiera antojar. Así pues, para cubrir cualquier cosa que se le antojara, es decir, todo antojo, nació este pueblo. Como todo en griego se dice Pan, pues al lugar se le llamó PanAntoja (todo-lo-que-se-le-antoja).
Así fue cómo nació PanAntoja, al gusto y capricho de aquel mozo griego. Con el paso de los años PanAntoja se amalgamó en una palabra más redonda y con menos rebote nasal: Pantoja. De aquel mozo caprichoso queda apenas el recuerdo, hoy el lugar es tierra hospitalaria, generosa y llena de buenas gentes amantes de los cuentos y el buen yantar.
Y por hoy vale.