domingo, 27 de septiembre de 2009

Barrax

Estuve informándome sobre este curioso topónimo y vi que mi afectuoso enemigo Sandro Weltz ya había hablado largo y tendido sobre él. Afirmaba el ingenuo Sandro que Barrax tiene su origen en la bandera del lugar, una bandera hecha con barras y estrellas, peculiar y colorista, que acabó por dar nombre al pueblo, pues era conocido como el de las barrasyestrellas, pero por parecerles demasiado largo lo acortaron en barrasxxxx (x en vez de estrellas, claro), y esta extraña palabra fue acortándose con el paso de los siglos y acabó, lógicamente, en Barrax. Y la bandera en Estados Unidos de América (a ver cómo se explica eso...)
Menuda tontería.
Aunque si eso les parece tonto no lean la siguiente teoría de Riedman S. Klauss, que parece discípulo aventajado de Sandro Weltz. Este tal Riedman afirma que Barrax debe su nombre a que el pueblo tenía tantos bares que en verano montaban el chiringuito en la calle de manera que la barra de uno se juntaba con la del siguiente formando una enorme barra continua (o barra XXL), y de ahí toma su nombre: BarraXXL, que con el paso de los años devino en Barrax.
Otra estupidez.
Yo he estudiado a fondo el asunto y les puedo decir que Barrax toma el nombre de una famosa bailarina que hubo hace muchos siglos y muy vinculada a la población. Esta tal bailarina, según he podido documentar en los archivos y en las pinturas rupestres (era muy antigua, les digo), se llamaba Xarra Barrax, debía ser de origen ruso y afincada en el lugar o sencillamente había tratado de dar un acento artístico a su nombre; el caso es que se hizo tan famosa que toda la gente empezó a llamar a ese pueblo como el de Xarra Barrax (palíndromo, por cierto), y con el paso de los años el pueblo tomó el apellido como nombre: Barrax.
De hecho, en este nuestro siglo, una famosa bailarina española de prestigio internacional toma su nombre, actualizándolo, como propio y artístico (¿homenaje?, ¿plagio?, ¿intertextualidad?... quién sabe).
Por hoy vale.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Brazatortas

El sábado 19 de septiembre, don Juan me preguntó de sopetón sobre la toponimia de Brazatortas, así, como quien no quiere la cosa; es verdad que el sábado anterior ya me avisó en antena que me preguntaría sobre el origen del nombre de este pueblo, pero quién se iba a imaginar que sólo me dejaría una semana para pensar en ello.
A pesar de la premura anduve rápido y pude contestarle a vuelapluma.
El origen del nombre de este pueblo hay que buscarlo en las fiestas del lugar, en las fiestas de antes, en las antiguas, las de mi época, esas fiestas de tamboril y ronda, o de acordeón los días grandes, en las que los mozos y mozas se reunían para cantar y bailar hasta que el cuerpo aguantara.
Sucedía que el lugar era famoso por la belleza de sus mozas, así que a las fiestas acudían mozos de todos los pueblos de los alrededores, y según iba transcurriendo el baile algunos mozos pensaban que podían pasar a mayores en asuntos de arrime y proximidad, es más, siempre había alguno que envalentonado por el vino o los calores tardíos de agosto (uno no sabe qué es peor) se atrevía a abrazar a alguna moza del lugar. Entonces, sin apenas transición, la moza le arreaba una torta que lo dejaba en el sitio. Y era norma común: un abrazo, una torta.
La inquina de los mozos de los otros pueblos, todos despechados, amasó el dicho: ¿ese lugar? si abrazas, tortas. Si abrazas tortas, si abrazas tortas... con el paso del tiempo acabó por ser conocida la villa por Abrazastortas, y el tiempo limó la palabra hasta dar con el nombre que hoy conocemos: Brazatortas.
Por hoy vale.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Llanos del Caudillo

Sobre el origen de la toponimia de este pueblo poco hay que decir pues es bien conocida. Llanos del Caudillo es un pueblo de colonización, igual que lo fue Villanueva de Franco (ahora Consolación), Santa Quiteria, Pueblo Nuevo de Bullaque, etc., en Castilla La Mancha. A muchos gobernantes les ha gustado esto de fundar pueblos en lugares donde no había más que campo, y si no que se lo pregunten a los habitantes de La Carlota o La Carolina, dos pueblos fundados durante el reinado de Carlos III.
Así pues durante la dictadura de Franco se fundó, en un sitio muy llano, una población de colonización que se denominó Llanos del Caudillo, por lo de llano y por lo de caudillo. Todo obvio.
Lo interesante en este caso ha sido la evolución del nombre con el devenir de los años y los cambios sociales y políticos, ya me entienden: fin de la dictadura, transición y democracia. Es más, en estos últimos tiempos se van cambiando nombres de calles, plazas y monumentos que festejaban los hechos y protagonistas del levantamiento y la victoria y cruenta represión posterior. Habiendo incluso leyes que tratan de que así sea (al menos eso he oído al respecto).
Lo cierto es que Llanos del Caudillo tiene en este tema bastante que decir (o hacer), pero como pasa en todo lugar, hay gente en desacuerdo con cualquier cambio de nombre de la población: o porque les parece que de bien nacidos es ser agradecidos, o porque consideran que si la historia fue así, así debe quedar reflejada, o porque simplemente les gusta llevar el apellido Caudillo en el nombre de la población. Quién sabe.
Por eso se ha decidido cambiar el nombre sin que nadie se entere. Un grupo de personas de la población, de manera sigilosa y secreta, ha cambiado el nombre, y el lugar ha pasado de llamarse Llanos del Caudillo a llamarse Ya No Es del Caudillo, que si se dice rápido: Yanoes del Caudillo, suena exactamente igual, y así nadie se entera, o al menos quien no quiera enterarse, no se entera. Es más, para que el cambio sea más secreto, ni siquiera han trocado la LL por Y, y el nombre ha quedado Llanos del Caudillo (también omiten esa e sin sentido que quedaba suelta). Así que parece que tiene el mismo nombre que cuando se fundó, pero ya ven, tiene exactamente el nombre más opuesto que se pueda imaginar.
Por hoy vale.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Albacete

Muchas ciudades, pueblos, villas y villorrios tienen nombres que empiezan por al- y tendemos a pensar que el origen árabe está tras ellos. Y en muchos casos es cierto, pero en otros muchos, no lo es.
Hay estudiosos que defienden que el origen de Albacete proviene del árabe Al-Wad-Cid, que a su vez proviene de la expresión ¡Ahí-Va-el-Cid! grito de terror de los habitantes del lugar cuando se aproximaba el Cid con su ejército. Uno piensa que es normal que la gente gritara de terror cuando viera llegar al Cid o a cualquier otro con su ejército a fustigar la ciudad.
Pero realmente no hay ningún documento que avale esta denominación.
Por otro lado tenemos a Sandro Weltz, mi animoso enemigo, que defiende que Albacete sí es de origen árabe pero que nada tiene que ver con el Cid, sino que proviene de la expresión Al-Wad-Vete, como saben Wad en árabe significa río, agua (Guadalquivir, Guadalete, Guadazaón...), y Al-Wad-Vete vendría a significiar "vete, agua", como si dijéramos "pasa de largo". Defiende Sandro que esta denominación es una premonición del trasvase que siglos después cruzaría esta provincia.
No merece ni un comentario la propuesta de Sandro Weltz, pobrecillo, menuda tontería.
El verdadero origen lo he desentrañado yo mismo después de haber estudiado mucho y sesudo, y tiene su raíz en una de las largas estancias de Washington Irving en España (entre 1826 y 1845). En uno de sus viajes por España W. I. llegó hasta Albacete, lugar que tenía otro nombre por aquel entonces, y observó con gran curiosidad que toda la gente de la ciudad iba siempre del brazo o, más bien, como decían ellos, al bracete. La gente iba paseando al bracete y a ellos se iban incorporando otros viandantes así hasta conformar grandes agrupaciones de personas caminando al bracete.
Esta costumbre le llamó notablemente la atención a W. I. quien escribió un artículo para el Mornging's Chronicles hablando sobre este hecho. La repercusión del artículo fue tal que miles de curiosos iban a ver ese lugar que cada vez más era conocido como Al Bracete. Y de AlBracete a Albacete, un paso, como podrá sospechar el avezado lector, la avezada lectora.
Por hoy vale.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Villacañas

El cuatro de septiembre fue mi primera intervención en el programa y me dediqué a desentrañar el significado del nombre de Villacañas, un pueblo de la provincia de Toledo con entrada directa desde la A4.
Hay mucha gente que cree, erróneamente, que el nombre de este pueblo se debe a estar ubicado en un lugar con muchos cañaverales, es decir, una villa entre las cañas: Villacañas. Sería demasiado sencillo.
La verdad es más compleja y trataré de desenredarla aquí y ahora.
El pueblo en cuestión se llamaba hace años la Villa, un nombre bastante insulso, inane incluso; pero un alcalde muy rumboso que tuvo, para promover el turismo, decidió cambiar el nombre por Villacañasytapas, y claro, con lo que es España, el pueblo empezó a llenarse de turistas y de gente que abarrotaba sus bares famosos por sus cañas y sus tapas.
Todo fue bastante bien hasta que llegó la crisis. Porque justo en ese momento, en el de la maldita crisis, fue cuando se tomó la dolorosa decisión de quitar las tapas (dinero obliga), y desde entonces el pueblo se quedó solo en Villacañas, que no es poco.
Y este es el origen del nombre de Villacañas.
Por hoy vale.

Empezamos

Este mes de septiembre empezó con calor del bueno, pero pasadas unas semanas parece que la cosa va normalizándose. Se agradece.
También comenzó el mes de septiembre con la nueva temporada de A VIVIR QUE SON DOS DÍAS CASTILLA LA MANCHA que dirige Juan Solo, los sábados y domingos de 12,00 a 14,00.
Este año don Juan tuvo la feliz idea de proponerme particiar en el programa los sábados pasada la una para hablar del origen e historia de los nombres de pueblos, villas y ciudades de nuestra Comunidad. No pude resistirme, a pesar de que la hora (como digo, las 13,00) no me agrada demasiado porque suelo estar todavía en cama, alimentando pereza o sueños, y sobre todo curándome en salud: porque es tumbado como más descansado trabaja el corazón, bombeando sangre a poca altura, se desgasta menos. Parece una tontería pero estoy seguro de que esto me permitirá vivir unos cuantos años de prórroga.
A pesar de mis reticencias iniciales don Juan consigió convencerme dándome todas las facilidades posibles, fue imposible negarme cuando me colocaron una línea rsdi en la misma mesilla de mi dormitorio y se comprometieron a enviarme todos los sábados a un técnico de la SER a casa para que me llevara el desayuno a la cama unos minutos antes de la conexión. Lo dicho, imposible.
Así pues sábado sí y sábado también vamos haciendo programa y, en un quítame allá esas pajas, llevamos ya unas semanas de toponimias que son fantásticas, las semanas y las toponimias, y como además de lo dicho la SER me paga una sustanciosa prima, pues he contratado internet en casa y he montado este blog para ir anotando aquí las susodichas toponimias, por si algún curioso, alguna curiosa, que no hubiera podido escucharlas tuviera a bien leerlas y disfrutarlas.
Por el momento es todo, en unos días pondré las toponimias pasadas y cada semana añadiré las nuevas.
Vale