viernes, 5 de marzo de 2010

Pajaroncillo

Hay en Cuenca un pueblo que tiene un nombre asombroso: Pajaroncillo, que viene a ser como si dijéramos "un pájaro grande pequeño". Lo que este nombre tiene es mucha sutileza y altura. El motivo del pájaro, la idea de lo elevado y metafísico, de lo inasible, al mismo tiempo que frágil, sencillo y accesible, es, en verdad, glorioso.
Pero es que además esos sufijos aumentativo-diminutivo refuerzan el poder aglutinador del nombre: en el nombre de este pueblo cabe lo grande y lo pequeño, lo incomprensible y lo cotidiano.
Es este nombre un hallazgo de la filosofía, un toponímico que bien pudiera haber sugerido el mismo Aristóteles que hizo del punto medio una virtud y que bien habría podido condensar su pensamiento en esta palabra única y admirable: Pajaroncillo.
Por hoy vale

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