viernes, 12 de marzo de 2010

Sotodosos

Dice Sandro Weltz que el lugar donde se fundó el pueblo era antes un valle usado habitualmente para celebrar fiestas y bailes, y que alguien, un día, decidió quedarse allí la noche para llegar el primero al baile al día siguiente. Y la siguiente noche no fue uno que fueron varios y así, pasando los días, los varios que se quedaban se hicieron unas cabañitas y poco a poco el lugar fue siendo habitado. Dice también Sandro que el nombre proviene de alguien que vio bailar a los bailadores y comentó despectivo: Son todos sosos. Y el chascarrillo hizo gracia y el nombre quedó para el lugar y el posterior pueblo. Y de Sontodossosos a Sotodosos pues un par de pisotones y un traspiés.
Pero una vez más don Sandro se equivoca. Que yo he estado en el lugar y he chupado a los lugareños y de sosos nada, que son más bien salados, sobre todo por la zona del cuello y más arriba del codo.
El nombre proviene, y está la cosa bastante clara, de "Soto de osos" pues el lugar donde ahora está el pueblo antes era un soto transitado habitualmente por osos. Es más, se dice que la perdida civilización de los osos (esa que se cita en libros como Famosa invasión de Sicilia por los osos, de Dino Buzzati, cuya lectura, por cierto, les recomiendo encarecidamente), esa civilización que dicen que fue anterior a la de los humanos, pudo tener, en el lugar hoy llamado Sotodosos, alguna importante ciudad y referencia.
Dicho esto y vista la toponimia del lugar, sólo me queda decir que los habitantes de Sotodosos tienen por costumbre hablar con una sola vocal, así pues resulta común escuchar frases del tipo: ¡Anda, Ana va a la playa a nadar!, o por ejemplo: Es Pepe el que bebe té verde de vez en vez; o esa pintada que leí en una de sus paredes: Pili, vivid sin mí, o las comunes reflexiones con la o: los lobos no son monos, no son toros, no son pollos... no son tontos, ¡son lobos!, incluso aquella otra tan curiosa con la u: ¡tú!, ¡zulú! ¡uuuuuhhhhh!
En fin, por hoy vale.

1 comentario:

  1. Vaya. Pues yo pensaba que, a pesar de la aparente relación con "los osos", e incluso los "sotos", tenía más que ver con la costumbre cosmética capilar de decolorarse el pelo, fundamentalmente las habitantes de la zona y aledaños (aunque alguno tambien tenga el mismo capricho, pero son los menos), para adquirir cabelleras de color oxidado tirando a rubiales, o incluso rubio exageradamente nórdico; tonalidad que se debía de conseguir, no mediante el urbanita y moderno "peróxido de hidrógeno", o agua oxigenada, sino mediante el uso de algún secreto yerbajo, setezuela o incluso, quien sabe, boñiga de animalejo rupestre (de hecho, los masai descubrieron, utilizaron y aun hoy utilizan profusamente, curiosas aplicaciones estético-cosméticas a las bostas ovinas, vulgo mierdavacas); de ahí el nombre. Es simple formulación química:
    Peróxido de soto, o SOTO2O2.

    Sobre el uso de las vocales, sí, pero es patrimonio de la provincia en general. Y es lógico,en cualquier caso, ya que se trata del pueblo con más "oes", de la provincia con más "aes".

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